Cuando
hablamos de fobias, nos referimos a ciertas conductas de nuestros animales
que
resultan exageradas para el estímulo real recibido, técnicamente llamadas
“respuestas no adaptativas” como miedo o ansiedad.
Las
fobias a las tormentas, por ejemplo, pueden manifestarse levemente a través
de
caminatas incesantes, temblores e incluso babeos. Y en casos extremos,
son
capaces de poner en riesgo la vida del animal. Esta conducta puede que
empeore
con el paso del tiempo.
La
causa de esta reacción tiene una explicación técnica; cuando un animal
se asusta libera una sustancia (epinefrina) a nivel del sistema nervioso
que desencadena una respuesta de lucha o huida.
Entre
los signos más característicos podemos encontrar:
-Hipervigilancia,
huida o agresión.
-Temblores.
-Pupilas
dilatadas.
-Taquicardia.
-Aumento
de la frecuencia respiratoria.
-Inapetencia
y/o problemas gastrointestinales.
Estos
signos se producen sobretodo en perros, mientras que en gatos
pueden ser más
leves y pasar desapercibidos por los dueños.
Manejo
y Tratamiento:
Es
conveniente cerrar las ventanas y persianas para evitar que se vean
los
relámpagos. Otra buena opción puede ser generar ruidos en la casa
que opaquen el
sonido de los truenos.
Además,
enriquecer el ambiente con juguetes adecuados logra distraer
la atención de
nuestros pequeños amigos.
Una
opción preventiva es grabar el sonido de una tormenta y pasarlo
varias veces al
día mientras se realiza una actividad placentera con
el objeto de desensibilizar
al animal.
Es
importante tener en cuenta que castigar al animal en caso de que
entre en pánico
no es una buena solución.
Tampoco acariciarlo en ese momento, sí cuando logre
calmarse.
Si
se esconde para refugiarse, no hay que obligarlo a salir. Se debe
actuar
normalmente, mostrarse tranquilo, y es probable que así
el animal salga de su
escondite al ver que no hay peligro.
Recuerde
siempre que el uso de medicamentos será indicado
exclusivamente por un médico
veterinario. En estas ocasiones
suelen utilizarse feromonas, pero es importante
que lo consulte
con el especialista antes de tomar la decisión. Muchas veces
es
necesario realizar, además de un examen clínico, pruebas
complementarias para
determinar que tratamiento recomendar.
Fuente:
Clínica de animales de compañía. Comportamiento
de perros y gatos Horwitz
Neilson
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