El gato y el hombre
La historia del gato junto a los humanos
podemos considerarla turbulenta y hoy,
por referencias del pasado, por ignorancia
o por su aire misterioso, sigue suscitando
sentimientos ambivalentes, teniendo defensores
incondicionales y acérrimos detractores...
El gato, después de siglos de convivencia
con el hombre, se ha afianzado con fuerza
como animal de compañía, y si no cambian
mucho las cosas puede ser, sin duda,
la mascota del futuro...
Para comprenderlo mejor, vamos a hacer
un poco de historia. Todos los gatos
actuales descienden de una única especie
salvaje, el gato montés (Felis sylvestris),
concretamente de dos subespecies diferenciadas:
la africana, con un cuerpo delgado y esbelto
y la europea, que es mucho más robusta.
La domesticación se produjo hace unos
3.500-4.000 años, probablemente en Egipto,
aunque también pudo tener lugar en otros sitios
en los que el hombre cultivara y almacenara
cereales...
Se trata de una domesticación reciente
en comparación con el perro (16.000 años)
y otros animales domésticos...
Aparte de las supersticiones, es un hecho real
que el gato infunde recelo en muchas personas;
quizá sea su comportamiento, a veces aparentemente
imprevisible; sus pautas de conducta pueden llevarlo
a atacar sin causa justificada, su vida nocturna
emitiendo toda clase de maullidos y bufidos en épocas
de celo, su pose impertérrita y su mirada impenetrable,
observando todo lo que le rodea con frialdad, sus pupilas
rectilíneas cuando hay mucha luz, como las serpientes,
el hecho de que parezca que nos entienda pero que no
nos haga caso ni obedezca nuestras ordenes o el hecho
desconcertante de que sea difícil ver un gato enfermo,
siempre los observamos ágiles y en forma.
Algunos misterios...
El gato es un animal territorial. Cualquier variación
que se produzca en él le ocasiona estrés, es capaz
de atacar si alguien irrumpe en su zona y se siente
acorralado. También es capaz de desplegar un tipo
de agresividad denominada redirigida, por ejemplo,
si entra un gato en su territorio pero por el motivo
que sea no puede acercarse a él. Puede desahogar
su excitación atacando al primero que se cruce
por su camino, por ejemplo, su propietario...
Màs allà de su fuerte personalidad, sabemos,
por otro lado, que el gato es un animal que
se lava a sí mismo.
Solamente los gatos de pelo largo necesitan
cepillados diarios para mantener el pelaje
en condiciones.
Su mantenimiento es poco costoso, comen poco
y sólo algunos necesitan cuidados de peluquería
profesional. Como la mayoría siempre están
encerrados en sus casas, es difícil que puedan
ocasionar daños a terceras personas.
Además, son animales silenciosos que no molestan
a los vecinos y son fáciles de transportar.
Por todas las ventajas enumeradas, el gato también
es ideal para las cada vez más numerosas personas
de la tercera edad. Siempre ha sido un buen compañero
de personas solas: no molesta, acompaña en silencio
y proporciona un gran placer el contemplarlo.
Quizá por ello, artistas, pintores, escritores
y personas que, cada vez más, realizan su trabajo
en casa lo escogen como animal de compañía...
Dato curioso...
Los perros nos ven como dioses, los caballos
como a sus iguales, pero los gatos nos miran
como si fuéramos sus súbditos", dijo una vez
Winston Churchill, primer ministro del Reino
Unido de 1940 a 1945 y de 1951 a 1955.
Fue un amante de los felinos, especialmente
de los de color castaño; los bautizaba siempre
con el mismo nombre: Jock,Jock II,Jock III.
El animal solía estar presente en los consejos
de defensa a su lado. Durante los bombardeos
que sufrió Londres en la Segunda Guerra Mundial,
una de las mayores preocupaciones del primer
ministro británico era que su querido Jock
estuviera a salvo.
Su último gato castaño lo acompañó hasta
los últimos días, y como recompensa de
su afecto Churchill no se olvidó
de él en su testamento...
Pat
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