Ya que lamentablemente la industria peletera
siempre se "reinventa", ahora las pieles
de animales pueden venderse en todo tipo
de artículos, no sólo en los abrigos
o chaquetas clásicas de piel: cinturones,
accesorios, marroquinería, ribetes de prendas,
gorros, bolsos, bolsillos e incluso zapatos
son ahora los que van hechos de pieles
de animales, o contienen llamativos pelos
de color natural o artificial en sus diseños.
Es más, ahora llega al mercado europeo
y americano un tipo de piel cuyo origen
es especialmente cruel y que raya
en la ilegalidad: el comercio de pieles
de perro y gato de China.
Pero...
¿Cómo podemos reconocer una piel natural
de una artificial?
Existen cuatro formas básicas de "testear"
la piel para saber si es natural o artificial
Ponderarla al tacto...
Para ello, tenemos que tomar la piel y hacerla
un rollito entre los dedos pulgar e índice.
Con esta prueba, la piel natural se siente
lisa y suave, y se desliza entre los dedos
sin resistencia. Cuando la piel es artificial,
se siente gruesa y tiesa...
Ponderarla con la vista...
Tomar un trozo de la piel y soplarla para
que los pelos se dividan.
Cuando la piel es natural, tiene varias capas
de pelos más finos que forman una base densa
que sostiene a los pelos más largos
(los que sobresalen hacia fuera).
Además la base es de cuero (piel, epidermis)
natural. Cuando la piel es falsa, su estructura
es más simple por lo que todos los pelos son
de un largo y color similares.
Pincharla con un alfiler...
Tomar un alfiler y hundirlo hasta la base
de la piel: cuando la piel es natural
el cuero se resiste a ser agujereado
y es difícil de traspasar.
Cuando la piel es artificial el alfiler
pasa fácilmente hacia el otro lado.
Quemar algunos pelos...
Tomar delicadamente algunos pelos de la piel
y ponerlos en una llama de mechero.
Si la piel es natural, se chamuscará y despedirá
un olor similar al de pelo humano quemado.
Si la piel es artificial, se derretirá
y olerá como plástico quemado.
Además formará pequeñas bolitas
que se sienten duras al tacto.
Con estas cuatro simples pruebas,
tú como consumidor responsable,
podrás decidir si seguir fomentando
la cruel y sangrienta industria peletera
o si por el contrario, decidirás por otro
tipo de tejidos artificiales "animal friendly".
Aunque no está de más decir que si bien
los tejidos artificiales no están exentos
de problemas (pues provienen del tratamiento
de combustibles fósiles), podemos alegar
en su favor que al menos no producen más
sufrimiento y muerte que el que produce
cruelmente todos los años la industria
peletera.
Con estas cuatro simples pruebas,
tú como consumidor responsable,
podrás decidir si seguir fomentando
la cruel y sangrienta industria peletera
o si por el contrario, decidirás por otro
tipo de tejidos artificiales "animal friendly".
Aunque no está de más decir que si bien
los tejidos artificiales no están exentos
de problemas (pues provienen del tratamiento
de combustibles fósiles), podemos alegar
en su favor que al menos no producen más
sufrimiento y muerte que el que produce
cruelmente todos los años la industria
peletera.
Pat
Muy interesante. Considero que capacitarse en esta área puede ser de mucha
ResponderEliminarutilidad teniendo en cuenta las grandes posibilidades
de trabajo que poseen los peluqueros profesionales hoy
en día
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