2º PARTE...
Observando la realidad podremos destacar lo siguiente
Estado General Del Animal...
La mayoría de estos animales se encuentra extremadamente
flacos ya que la relación entre el alimento que debieran
recibir y las horas de trabajo es totalmente desproporcionada
o inexistente.
Estos animales viven en las zonas humildes de la ciudad
y no disponen de un campo apropiado para pastar.
Se los puede ver en las veredas tratando de aprovechar
la basura de las verdulerías y los pocos lugares donde
crece el pasto.
Durante el trabajo toman agua de las zanjas cuando las hay
Se conocen casos de animales
(ocasionalmente salen por los medios de comunicación)
que caen desfallecidos en plena calle debido a su debilidad.
Estado De Los Arreos...
Es interesante ver cómo la imaginación humana hace
que un caballo arrastre un carro prescindiendo de los arreos
adecuados para no lastimarlo.
Por el contrario se usan alambres, trapos, sogas y cables
para sujetar los cueros rotos.
Por lo que al animal provocan úlceras, peladuras y heridas
y consecuentes infecciones.
Boca...
Se ven animales que sangran o largan espuma.
Esto es debido un freno mal puesto, tirante o improvisado.
El freno es una barra de hierro macizo, que muchas veces
tiene una horquilla (puente), el cual, al estar las riendas
están tirantes o mal puestas, se clavan en el paladar
ocasionando dolor.
Cabezada...
En general está mal puesta y presiona las fosas nasales
con lo cual el animal no puede respirar bien.
La espuma se debe también al estrés y a la sed.
Anteojeras
Suelen estar curvadas hacia adentro, de modo tal que
si de por sí no son recomendables porque el caballo
ve la mitad de las cosas, con esta curvatura prácticamente
trabaja a ciegas.
Sombrero o gorro...
Si bien el caballo es un animal acostumbrado al aire libre
en los meses de verano, cuando los rayos solares son fuertes
se lo puede ver en el campo al reparo de la sombra de los árboles.
Por supuesto que en la ciudad, atado a un carro, es imposible
que se pueda defender de la insolación.
Por lo tanto, en la cabezada, en la parte del testuz,
se hace necesario un gorro adecuado a su anatomía que deja
las orejas libres para que el animal pueda moverlas a voluntad.
La baticola...
Es llevada muy ajustada y no puede movilizar bien
los cuartos traseros, provocando peladuras.
Heridas, golpes y deformaciones en las patas...
Los entendidos en estos temas afirman que
"sin patas, no hay caballo".
Un caballo como los que vemos tirando de los carros
pesa entre 350 y 450 Kg., la mayoría de este peso
está sostenido por sus delgadas patas.
Estas son por lo tanto extremadamente fuertes debido
a la perfecta combinación de músculos y tendones
que poseen.
Por eso una mínima falla en la delicada mecánica
de sus extremidades implica a la corta o a la larga
el deterioro del animal, pasando antes
por dolorosos procesos que terminan en renguera
o manquedad, es muy común ver animales mancos
tirando carros.
Herraduras
Cuando un caballo arrastra silenciosamente un carro
por el asfalto, seguramente no tiene herraduras.
O bien faltan en algunas de sus patas.
El caballo en este estado puede derivar en una grave
infección debido a que la pezuña se desgasta con el asfalto
y se parte, el vaso se agrieta y se abre hasta llegar a la carne
que está dentro del vaso y por consiguiente se infecta
obviamente con un insoportable dolor.
Pero ante el dolor los caballos no gritan, sino que hacen
señales con su cuerpo: levantan la pata herida o ante el acoso
del látigo se las arreglan como pueden y siguen trabajando
hasta que desfallecen.
Además estando sin herraduras, las piedras se incrustan
en la palma del vaso, (donde no existe la pezuña)
provocando heridas cortantes.
Observando la realidad podremos destacar lo siguiente
Estado General Del Animal...
La mayoría de estos animales se encuentra extremadamente
flacos ya que la relación entre el alimento que debieran
recibir y las horas de trabajo es totalmente desproporcionada
o inexistente.
Estos animales viven en las zonas humildes de la ciudad
y no disponen de un campo apropiado para pastar.
Se los puede ver en las veredas tratando de aprovechar
la basura de las verdulerías y los pocos lugares donde
crece el pasto.
Durante el trabajo toman agua de las zanjas cuando las hay
Se conocen casos de animales
(ocasionalmente salen por los medios de comunicación)
que caen desfallecidos en plena calle debido a su debilidad.
Estado De Los Arreos...
Es interesante ver cómo la imaginación humana hace
que un caballo arrastre un carro prescindiendo de los arreos
adecuados para no lastimarlo.
Por el contrario se usan alambres, trapos, sogas y cables
para sujetar los cueros rotos.
Por lo que al animal provocan úlceras, peladuras y heridas
y consecuentes infecciones.
Boca...
Se ven animales que sangran o largan espuma.
Esto es debido un freno mal puesto, tirante o improvisado.
El freno es una barra de hierro macizo, que muchas veces
tiene una horquilla (puente), el cual, al estar las riendas
están tirantes o mal puestas, se clavan en el paladar
ocasionando dolor.
Cabezada...
En general está mal puesta y presiona las fosas nasales
con lo cual el animal no puede respirar bien.
La espuma se debe también al estrés y a la sed.
Anteojeras
Suelen estar curvadas hacia adentro, de modo tal que
si de por sí no son recomendables porque el caballo
ve la mitad de las cosas, con esta curvatura prácticamente
trabaja a ciegas.
Sombrero o gorro...
Si bien el caballo es un animal acostumbrado al aire libre
en los meses de verano, cuando los rayos solares son fuertes
se lo puede ver en el campo al reparo de la sombra de los árboles.
Por supuesto que en la ciudad, atado a un carro, es imposible
que se pueda defender de la insolación.
Por lo tanto, en la cabezada, en la parte del testuz,
se hace necesario un gorro adecuado a su anatomía que deja
las orejas libres para que el animal pueda moverlas a voluntad.
La baticola...
Es llevada muy ajustada y no puede movilizar bien
los cuartos traseros, provocando peladuras.
Heridas, golpes y deformaciones en las patas...
Los entendidos en estos temas afirman que
"sin patas, no hay caballo".
Un caballo como los que vemos tirando de los carros
pesa entre 350 y 450 Kg., la mayoría de este peso
está sostenido por sus delgadas patas.
Estas son por lo tanto extremadamente fuertes debido
a la perfecta combinación de músculos y tendones
que poseen.
Por eso una mínima falla en la delicada mecánica
de sus extremidades implica a la corta o a la larga
el deterioro del animal, pasando antes
por dolorosos procesos que terminan en renguera
o manquedad, es muy común ver animales mancos
tirando carros.
Herraduras
Cuando un caballo arrastra silenciosamente un carro
por el asfalto, seguramente no tiene herraduras.
O bien faltan en algunas de sus patas.
El caballo en este estado puede derivar en una grave
infección debido a que la pezuña se desgasta con el asfalto
y se parte, el vaso se agrieta y se abre hasta llegar a la carne
que está dentro del vaso y por consiguiente se infecta
obviamente con un insoportable dolor.
Pero ante el dolor los caballos no gritan, sino que hacen
señales con su cuerpo: levantan la pata herida o ante el acoso
del látigo se las arreglan como pueden y siguen trabajando
hasta que desfallecen.
Además estando sin herraduras, las piedras se incrustan
en la palma del vaso, (donde no existe la pezuña)
provocando heridas cortantes.
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